La mueca torcida mostraba su rebeldía y frialdad,
con la cabeza baja sus cabellos le cubrian la mirada,
sus cabellos bañados en sudor por la golpiza, eran más que cautivadores para mi.
Aunque el viento al rozar por mis orejas, daba la sensación de llarmarte a su lado,
yo preferí el agua a la sangre.
Caminé hasta el pantano,
caminé hasta sentir que el agua era mi aire,
hasta sentir que el frío era mi piel,
hasta sentir que no volveriá jamás.
3 commentaires:
Maravilloso hundimiento
En verdad ame la ultima linea...
"...hasta sentir que no volveriá jamás."
me encantó. segui así, te sigo leyendo!
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